Desde hace más de medio siglo, Schmidt forja su éxito y su pericia, esforzándose por seguir un cierto número de valores sencillos surgidos de la cultura familiar de la empresa. Bebiendo de las fuentes de su fuerza, conseguiremos hacer un trabajo de calidad y, de este modo, garantizar una larga vida a nuestra empresa.
Para avanzar, progresar y desarrollarse, hay que mostrarse ambiciosos.
Atreverse a nuevas ideas, cuestionarse a uno mismo, anticiparse mediante soluciones nuevas e innovadoras, respetando al mismo tiempo al ser humano y su entorno, esa es nuestra filosofía.
Un trabajo diario, una sutil dosificación de humildad, de compromiso y confianza, constituyen la piedra angular de nuestro éxito.
Porque tenemos fe en un futuro mejor, apostamos fuerte por la innovación. Hecha para facilitar el día a día de todos, la innovación adquiere en nuestra empresa un sentido mucho más amplio. Se trata de un auténtico enfoque global eco-ciudadano. Consta, entre otros, de aspectos económicos, sociales y medioambientales.
En Schmidt, innovar es, en primer lugar, confiar plenamente en la capacidad de los hombres.
Somos conscientes de que nuestro éxito pasa por los hombres.
Fomentamos las perspectivas de evolución de las carreras promocionales.
En nuestra empresa, el concepto de evolución tiene mucho más sentido.
Tanto en la innovación, que nos esforzamos por incorporar a nuestros productos, como desde un punto de vista Humano, y a través de la adquisición de nuevas competencias, para que nuestros empleos perduren en el tiempo.
Schmidt es una empresa líder. Esta situación es un orgullo que nos da fuerza sin cesar para seguir adelante. Nos esforzamos por permanecer lúcidos. Nos movemos en un mundo en el que todo va muy rápido. ES PRIMORDIAL TENER LOS PIES EN EL SUELO, ESTAR ATENTOS, CUESTIONARSE LOS LOGROS… Estar en movimiento y saber aprender, volver a aprender todos los días y de todos es una muestra de inteligencia y de... humildad.